Casa Molle se sitúa alrededor de árboles centenarios. Se basa en una construcción preexistente, subutilizada donde se propone un nuevo uso con optimización del espacio construido y las comodidades necesarias para los nuevos habitantes.

 

Una de las consideraciones primordiales ha sido la integración de los espacios exteriores e interiores, resaltando la importancia de los árboles presentes en el terreno.

 

La relación entre el espacio construido y la vegetación, genera oportunidades de microclimas y una posibilidad de una relación estrecha entre el interior y exterior de la vivienda.

 

La adaptación responde a las condicionantes del sitio y las necesidades familiares actuales. Se propone un nuevo volumen elevado, para el dormitorio principal en relación directa al Sauce.

 

En planta baja se conectan los espacios de sala comedor y cocina con el resto del jardín en una relación directa.