INSTITUTO HUMANISTA DE PSICOTERAPIA GESTALT

Desafíos

Rescatar y resaltar la arquitectura de la casa original patrimoniada.

Potenciar espacios en desuso generando áreas de encuentro alrededor de flora y fauna.

Potenciar áreas verdes en una losa ajardinada que albergue plantas, árboles y huerto.

Generar transparencia y límites claros entre los diversos espacios.

El proyecto del Instituto Humanista de Psicoterapia Gestalt (IHPG) se encuentra en el barrio La Floresta en Quito, un lugar declarado Patrimonio Cultural Nacional. El área ha sido conocida por sus viviendas unifamiliares, árboles abundantes y avenidas pequeñas con comercio local. La edificación en cuestión es una casa construida en 1952, considerada patrimonio desde 2016. Posee elementos típicos de la época como zócalos de piedra, mampostería de ladrillo, techos de teja, vigas y pisos de madera. Actualmente, el edificio alberga consultorios de psicología y salas de clase del IHPG.

El proyecto busca mantener la esencia histórica del barrio y recuperar las características originales de la casa, creando espacios versátiles y áreas verdes para promover encuentros sociales. Se restaura la carpintería de las puertas y ventanas de la fachada principal, así como las puertas de entrada y los pisos exteriores de piedra. La intervención principal se realiza en el traspatio, donde se propone construir una nueva sala de uso múltiple con entrada independiente y conexión a la casa existente. La forma circular de esta construcción fomenta encuentros basados en la reciprocidad, uno de los principios clave de la Psicología Humanista Gestalt.

El edificio nuevo se encuentra parcialmente subterráneo y utiliza la adosamiento permitido en la planta baja. Se crean espacios verdes integrados en las esquinas vaciadas, lo que permite una mayor expansión visual y ventilación cruzada. La estructura de la construcción se compone de hormigón y mampostería de ladrillo dispuesta de forma radial. Los diafragmas de hormigón al norte y sur se utilizan como espacios de almacenamiento y libreros, mientras que el diafragma oeste se destina a una pantalla de proyección. El ingreso principal se encuentra alrededor del diafragma circular en el lado este. La losa superior se convierte en un jardín, y en el área posterior se elevan jardineras de ladrillo con árboles endémicos y un huerto con frutales y hierbas aromáticas. Se establece una conexión entre el nivel 0.00 de la casa y el jardín a través de un puente de madera que también funciona como pérgola y sala exterior, integrando el espacio existente con el nuevo.

En resumen, la propuesta busca el equilibrio entre lo antiguo y lo contemporáneo, manteniendo la escala humana del barrio histórico y destacando sus características más destacadas, como los espacios de encuentro y la diversidad de flora.